La Balada Femenina
Este hermosísimo álbum que, diría yo, es de baladas, como canción amorosa en voz de la mujer; donde destaca,
además, la belleza del rostro de Mayra Martí, fue grabado por ella en Argentina,
aproximadamente hacia 1976. Este larga duración marca, de cierta manera y a mi entender, una
madurez artística y vocal en su trayectoria artística, que trasciende anteriores trabajos musicales. Podemos percibir una cantante con un dominio más estilizado de su
técnica interpretativa y que nos deja con gran entrega, estos espléndidos temas:
1. PIEL CON PIEL
(d.d)
2. CANCIÓN DE LAS SIMPLES COSAS
(César Isella y Armando Tejada
Gómez)
3. PRISIONERA
(d.d)
4. DE VERDAD
(A. Bourbon)
5. LLÉVAME CONTIGO
((d.d)
6. QUÉDATE
(d.d)
7. SI TÚ SUPIERAS
(Porfi Jiménez)
8. HE CONOCIDO UN
HOMBRE
(d.d)
9. LO QUE PASÓ
CONMIGO
(Paul Toledo - Daniel
Etcheverry)
10. ES MI VIDA
(d.d)
VELVET LP- 1665
Director Artístico:
Luis Rivero Bruzual 1976
Aun cuando sus condiciones
vocales en esta etapa todavía son las de una veinteañera, y con todo este nuevo
repertorio, podemos vislumbrar que la época y los concursos con otroras temas
festivaleros, para la Voz de Oro, han
quedado atrás. Mayra se enfoca a partir de este álbum hacia nuevos horizontes musicales, donde la
profundidad de las letras, cargadas ahora de expresión dramática y poesía, marcan un
nuevo imaginario para la escogencia de sus temas.
Dentro de ese nuevo prisma
musical destacan algunos temas exitosos, entre los que recuerdo fueron radiados
en el Hit Parade Nacional como: “Piel con Piel”, “De Verdad” ”Prisionera” y
“Quédate”…
A continuación podemos escuchar el disco completo:
Además de los temas mencionados, me llama poderosamente la atención uno en especial: “Las Cosas Más Simples” de Isella y Gómez, cargado con una poesía de lo cotidiano y del tedio de la vida, invitando así a la reflexión, entre la juventud y la madurez; como lo fugaz y banal que se esfuma en lo complicado, pero al final nos quedan las sencillas cosas de la vida, como lo más hermoso. Para mí, de verdad, tremenda letra:
CANCIÓN DE LAS SIMPLES COSAS
de César Isella y Armando Tejada Gómez
Intérprete: Mayra Martí
(Escuchar el tema No. 2 )
Uno se despide insensiblemente de pequeñas cosas
lo mismo que un árbol que en tiempo de otoño muere por sus hojas
Al fin la tristeza es la muerte lenta de las simples cosas
Esas cosas simples que quedan doliendo en el corazón...
Uno vuelve siempre a los viejos sitios
donde amó la vida
y entonces comprende, como están ausentes las cosas queridas
Por eso muchacho, no partas ahora,
soñando el regreso
que el amor es simple, y a las cosas simples, las devora el tiempo
no, no demores que aquí a la luz mayor de este mediodía
siempre encontrarás, con el pan al sol
las cosas queridas
Por eso muchacho no partas ahora, soñando el regreso
que el amor es simple
y a las cosas simples las devora el tiempo (Bis).
de César Isella y Armando Tejada Gómez
Intérprete: Mayra Martí
(Escuchar el tema No. 2 )
Uno se despide insensiblemente de pequeñas cosas
lo mismo que un árbol que en tiempo de otoño muere por sus hojas
Al fin la tristeza es la muerte lenta de las simples cosas
Esas cosas simples que quedan doliendo en el corazón...
Uno vuelve siempre a los viejos sitios
donde amó la vida
y entonces comprende, como están ausentes las cosas queridas
Por eso muchacho, no partas ahora,
soñando el regreso
que el amor es simple, y a las cosas simples, las devora el tiempo
no, no demores que aquí a la luz mayor de este mediodía
siempre encontrarás, con el pan al sol
las cosas queridas
Por eso muchacho no partas ahora, soñando el regreso
que el amor es simple
y a las cosas simples las devora el tiempo (Bis).
Recuerdo precisamente, que en
esos momentos de salir el disco, hacia 1976, en Europa surgía ya la balada
romántica; es más, estaba en pleno apogeo, abanderada por compositores
españoles como Manuel Alejandro, Armenteros, Calderón; es la época de Rocío
Jurado con sus temas del destape (luego de la muerte del dictador Franco); cuando Rocío
Dúrcal comienza a grabar a Juan Gabriel, se escuchan Mocedades, Mari Trini;
y todavía resonaban os agudos de Nino
Bravo por el Mediterráneo; en Italia
también la balada cobra fuerza y encanta con Gabriella Ferri, Raffaella Carrá,
Ornella Vanoni o Nicola Di Bari; y otras estrellas importantes en Francia, como Charles Aznavour que impuso todo un estilo y también la alondra parisina, Mireille
Mathieu. En EE.UU arrasaba la balada pop con Barbra Streisand, Olivia Newton John…
pero realmente los orígenes de este tipo de música puede buscarse desde los años cincuenta, tomando las que cantaba Frank Sinatra, pasando por Elvis Presley, hasta
convertirse en un verdadero ritmo pop romántico, que tuvo sus “rococó” en
Raphael, José Luis Rodríguez, y los británicos Engelbert Humperdinck y Tom
Jones, con sus variaciones.
Buscando similitudes, semejanzas y diferencias, por
aquí en Venezuela, también son los años dorados de la balada cantada por Mirla,
Mirtha y Neyda. En los ochenta, luego Raquel y Nancy Ramos también tuvieron sus
hitos… y por supuesto, hasta Lila Morillo dejó un poco el bolero y se acercó a
la balada romántica, cuya máxima expresión la grabó en “La Jaula de Oro” y “Siempre Tuya”…a principio de los ochenta…
Los cambios en el itinerario
musical de Latinoamérica han ido siempre en fusión de ritmos y cadencias, y aun
cuando en algunas regiones persistía el bolero como forma expresiva y si se
quiere melodramática; por otras latitudes surgieron los folclorismos y la magia
emergente de la salsa latina, que al principio creyeron muchos era un ritmo
neoyorkino, pero que tomó tal fuerza de huracán y estridencia entre lo afro, el
jazz y los ritmos bailables, que solo tiene su parangón con el pop rock
norteamericano que hacía tiempo ya, (por la década de los setenta y pico), estaba
empañado todavía con el psicodelismo de lo hippie… pero la música evoluciona,
como los tiempos y la historia… lo cual siempre nos llevará a algún punto de
partida, que será siempre en la tradición de lo pasado visto como nuevo; y lo
antiguo nos devuelve algo que parece
nuevo cuando en realidad es anterior; o viceversa: el tiempo nos devuelve exactamente
lo mismo, pero uno cree que es novedoso tan solo porque nunca lo conoció; y se
repiten los ciclos de gusto por lo viejo para las nuevas generaciones…
Este disco, precisamente, marca
una época de cambio en la discografía de Mayra Martí, donde la suavidad de la
pieza romántica, contrasta con temas de efervescencia apasionada, surgen los
temas de la soledad, el abandono, la infidelidad; pero también los de las
verdades dichas en la cara… como en la típica balada femenina…
De allí, que se pueda
considerar este álbum como un paradigma liberado, donde la mujer asume la
palabras como expresión de sus hondos sentimientos, con sus debilidades y fortalezas,
las cuales canta y las lanza al ruedo sin temer expresiones de reclamo, celo o
deseo… Así, creo, las ha cantado, esta
vez, Mayra Martí…